Carlos Norry, fundador de Pymesur y miembro del Movimiento Productivo 25 de Mayo, comparte sus perspectivas sobre los desafíos y objetivos del sector productivo en Argentina, destacando la importancia de la representación política y la unidad para superar obstáculos y lograr un mayor impacto en las políticas gubernamentales.
La misión de Pymesur es de vital importancia para el sector productivo, ya que, en palabras de Carlos Norry, su fundador, queda claro cuál es el objetivo de este espacio formado por distintos actores del sector productivo: “Apalancar procesos a través de las distintas herramientas que pone a disposición de la producción los distintos ministerios del Gobierno Nacional”. De esta manera, a lo largo de su trayectoria, han logrado vincularse con los programas que hay a disposición para la multitud de emprendimientos que componen el mundo Pyme de nuestro país. “Tratamos de facilitarle a los desarrolladores y emprendedores las herramientas para que puedan llevar adelante su idea productiva”, sintetiza Norry, con vasta trayectoria en este sector.
Entre los logros que se enumeran, se destaca haber implementado, junto al Ministerio de Trabajo, el programa “Empleo Independiente”, donde lograron capacitar a 150 emprendedores, en su gran mayoría feriantes, que luego de haber pasado por este programa pudieron adquirir máquinas y capacitaciones en e-commerce, una habilidad esencial para poder vender los productos fabricados. “Se les brindaron un montón de herramientas para que puedan dar un saltito en calidad y en cantidad”.
Otros ministerios con los que se articularon de forma eficiente fueron el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Ministerio de Educación a través del INET, y el Ministerio de Cultura a través del MICA. Parte de la fortaleza que nuclea a este espacio es el hecho de tener como premisa que la unión hace la fuerza, por eso siempre tienen como meta seguir ampliando las conexiones, agrupándose con otros emprendedores.
Se nota que en toda esta trayectoria hicieron muchos amigos de ruta
Mientras tanto, en ese caminar, pasamos a ser parte de las mesas del asociativismo y de la economía social de la Ciudad de Buenos Aires, que también es un sector productivo con otra forma de producir, porque entra a jugar lo asociativo, pero se genera producción que nos permitió conocer todas las herramientas que emanaban del INAES. Además, nos permitió ver que había otro espacio ligado a la producción, como las empresas recuperadas, las cooperativas o la economía social, incluso, que difieren en cuanto al sector Pyme, pero que estaban vibrando dentro de la misma frecuencia. Esto hizo que, con un grupo de militantes, se lanzara el Movimiento Productivo 25 de Mayo, con los cuales habíamos tenido una experiencia previa con la Mesa Nacional de Unidad Pyme; esto es mucho más abarcativo e incluso tiene alcance federal.
¿Cuáles son los principales desafíos y obstáculos que enfrentan las pequeñas y medianas empresas?
Los ejes son muy claros. ¿Quién posibilita el desarrollo y dónde está quien lo posibilita? Cuando hablamos del capital financiero destinado a apalancar al sector productivo, nos damos cuenta de que prácticamente no existe. Existe un capital dentro de la banca que está apalancando el consumo a través de las tarjetas de crédito, vía una tasa usuraria. No existe un capital que apalanque al sector productivo. Entonces, ese es uno de los ejes que hay que abordar.
El segundo de los ejes es el de los insumos de fundido: el vidrio, el aluminio, el plástico. Cómo lo manejan las grandes multinacionales ahoga al pequeño o mediano emprendedor. Un caso claro es la cerveza artesanal, que con solo el 4% del mercado genera más trabajo y empleo que las multinacionales. Sin embargo, las multinacionales no quieren resignar ese segmento, tratan de ahogarlo a través de los envases, ya sea el vidrio o el aluminio. El tema de los insumos fundidos debe definirse claramente y regularse por parte del estado para evitar el ahogo de las pequeñas y grandes empresas.
El tercer eje es todo lo que son las importaciones de bienes de capital para impulsar la producción. El cuarto eje es todo lo que podemos exportar para generar divisas, lo cual también está en manos de muy pocos.
Luego, tienes el quinto eje, que es fundamental: el de la energía. Hoy estamos cambiando la matriz energética y ampliándola. Creo que ya está muy claro si vamos a ser exportadores de ese gas que producimos a través de Vaca Muerta o si ese gas va a impulsar los procesos productivos o se destinará al uso domiciliario.
El último eje que es inevitable que se incluya es el de género. Así que con estos seis ejes, venimos trabajando en el Movimiento Productivo 25 de Mayo, que tiene prácticamente el mismo sentido que Pymesur: ser un actor político.
¿Cuál es el objetivo principal del Movimiento Productivo 25 de Mayo en términos de su participación política?
Queremos tener incidencia en todas las políticas que se puedan aplicar. No queremos ser convidados de piedra; queremos, a través de este programa, ser tenidos en cuenta para que se pueda implementar, no negar representatividad política dentro de terceros, sino que dentro del espacio puedan surgir referentes que después sean secretarios del municipio o que integren una lista de concejales dentro del municipio, o ser parte de la lista de diputados si es por provincia o legisladores. Estas organizaciones, libres del pueblo, tienen que lograr la representatividad política para definir la comunidad organizada. Por supuesto, no es tan fácil. Hasta ahora, tuvimos marchas y contramarchas, gobiernos afines o no afines. Cuando los gobiernos no son afines, pasamos a ocupar un lugar de resistencia
¿Cuáles son los principales obstáculos que impiden que el sector productivo acceda y participe activamente en las políticas y programas gubernamentales?
Me parece que falta la polea de transmisión entre las políticas que existen y el territorio. Hay un montón de funcionarios que te dicen: “entra al portal”, “presenta tal cosa”, o “fíjate que hay un registro”, y el sector productivo no entra a los portales ni a las universidades. Es un tema que hay que pelearlo; hay que ir a buscar al sector productivo que está en el territorio.
Cuando hablas del INTI, el INTI tiene de seis mil a nueve mil PYMES, y piensa que hay 600 mil pymes, o sea que el resto está afuera. Lo mismo ocurre con respecto a la representatividad. Tienes cámaras del sector que no llegan, hay un 60% que queda fuera de eso. El gobierno tiene que ir a buscarlos, y me parece que eso es una de las grandes falencias. Ellos te presentan una política, te hacen una reunión en un anfiteatro de Ciencias Exactas, y ahí estamos, como mucho, 40 personas. El resto no son referentes del sector productivo, sino que son llegados a la casa donde se hace la exposición o están ligados al ámbito científico-tecnológico. No digo que no tengan la intención de vincularse, pero falta esa pata.
¿Cuál es la razón detrás de la falta de credibilidad en el sector político y cómo se puede fortalecer la representación y la unidad en el sector productivo?
Veo que hay una gran falta de credibilidad en el sector político, producto de los indicadores de pobreza y desocupación que se manejan. Faltan cuadros políticos, producto de una inteligencia foránea. El tema es que está atomizado el sector productivo, con referentes pymes en distintas cámaras u organizaciones. Esto es profundo, porque no quieren una gran CGE con fuerza política, por eso tienden a dividir. Y, en base a la división, es que logran lo que logran.
Se está modificando la matriz productiva. Tenemos posibilidades ciertas de generar mucha producción y muchos recursos, pero ellos también lo ven. Saben que si nos dan tiempo, podemos formar cuadros y lograr mayor difusión. Por supuesto, van a hacer lo imposible para bajarnos, y la pelea está a la vista.
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