Saturday, November 23

Natalia Zuazo y el avance de la Inteligencia Artificial: “Hay que entender las consecuencias y accionar”

Tecnoperiodista y especialista en todo lo que tiene que ver con las plataformas, sostiene que lo primero hay que hacer con la IA es definir su impacto. Advierte que “las tecnologías están en pocas manos”.

Fuente: Emilse Garzon/C5N

Es tecnoperiodista y cuando la conocí, estaba exponiendo en una charla y alertaba que “no sólo hay que prestar atención a lo técnico, sino también a quienes lideran las plataformas”. Para Natalia Zuazo lo primero hay que hacer con la Inteligencia Artificial definir es definir su impacto, ya que “es un término que se usa para abarcar mucho y hay que entender su especificidad y uso, teniendo en cuenta el grado de maduración de esta tecnología y quiénes venden estos sistemas automatizados, comprendiendo su capacidad de ayudarnos hoy y cuáles son las más seguras”.

“Por ejemplo, las tecnologías de reconocimiento facial no están lo suficientemente maduras y sin embargo se las utiliza para la vigilancia de las ciudades, aún teniendo sesgos que identifican erróneamente a grupos de personas afectando sus vidas. También existen otras tecnologías más avanzadas, como en la salud, con los scanners y radiografías, que requieren de la intervención humana”, reflexiona.

Zuazo dirige Salto Agencia, colabora con Unesco y fue una de la entrevistadas del especial de C5N Lo que no te cuentan de la Inteligencia Artificial, junto con Micaela Mantegna y Asier Arranza. A continuación, un extracto de la conversación con esta especialista, autora de “Los dueños de internet” , donde aborda temas como el monopolio del conocimiento, la dominación social de los algoritmos y la importancia de la politización de la tecnología.

Emilse Garzón: Muchas personas están asustadas porque podrían perder su trabajo con la IA. ¿Es así o habrá nuevos trabajos?

Natalia Zuazo: Siempre que hay una nueva tecnología, hay dos sentimientos que irrumpen, el tecno-optimismo, que nos va a hacer más libres y con más posibilidades llegando a nuevas fronteras, siendo exageradamente bueno, trayendo en consecuencia la idea de la autorregulación donde otra tecnología podría regular a la anterior. Y en paralelo el otro sentimiento, es el miedo, donde toda nueva tecnología quita derechos, trabajo y aplasta la existencia. Yo digo que entre la total libertad y el total miedo, hay un gris. Hay que entender las consecuencias de cada tecnología y accionar al respecto. El mundo del trabajo siempre fue cambiando, en algunos casos más rápido que otros, hoy hay community managers y especialistas en Big Data, o peajes automatizados. Pero no se van a borrar de la faz de la tierra, lo que hay que mirar es cómo los procesos de automatización se van imponiendo en cada etapa del trabajo, sin que nos demos cuenta y sin que podamos decir nada sobre ello. Por ejemplo, un repartidor que trabaja para una aplicación y llega minutos tarde o un vendedor que no envía un paquete en 24hs, es penalizado y no puede hacer nada al respecto. Eso modifica y devalúa el trabajo, donde no hay bordes ni límites, porque un software evalúa y luego las plataformas deciden sobre las personas en cada país.

EG: ¿Quiénes manejan las nuevas tecnologías?

NZ: “Las tecnologías están en pocas manos, financiadas en general por capitales de riesgo que son quienes toman las decisiones, por eso cuando se habla de inteligencia artificial, no es un ente mágico, sino que se trata de las decisiones de ese capital que financia, que quire recibir un retorno y por eso a veces se avanza más rápido que lo que tiene que avanzar aunque la tecnología no esté madura. También hay procesos regulatorios que están sucediendo. Hace 5 años las empresas tenían el discurso de la autorregulación, ahora necesitan una cooperación de múltiples partes interesadas, esto significa sector público, privado, académico, sociedad civil y quienes estén afectados en sus derechos. Esto no significa parar todo, sino no causar daño en la educación, la salud y el trabajo, con principio de la ética de la inteligencia artificial.”

EG: Hay países que bloquean plataformas e incluso Internet, ¿sirve?

NZ: No es una buena forma de regulación bloquear internet, porque es tapar el problema. Hay que trabajar en una regulación con expertos que entiendan del tema en el gobierno y se sienten a conversar con los actores interesados. Te doy un ejemplo, en Argentina tenemos una ley de datos personales del año 2000, y está atrasada 23 años, en principio tecnológicamente, y deberíamos empezar por actualizarla, incluyendo cuestiones de inteligencia artificial y automatización de datos.

EG: ¿Cómo se articula la regulación local, cuando la conexión online es mundial?

NZ: Es importante que haya integralidad, y que cada uno de los países trabajen en conjunto con los organismos internacionales e intergubernamentales, como la UNESCO que está trabajando con cada país. Hay dos cuestiones que me parecen fundamentales, la cooperación regional teniendo una voz común y soberanía política, en cuanto entendamos que cualquier corporación, en este caso tecnológica, no puede decidir sobre los derechos de las personas. La tecnología está impactando en cómo se estudia el acceso a la salud, el derecho al conocimiento, a la cultura. Cuando se habla de satélites o internet, de lo que se está hablando es del derecho de las personas.

EG: El uso de las redes sociales, puede generar malestares mentales, y en varias ocasiones los gigantes tecnológicos (GAFAM) han sido multados con sumas millonarias por desvíos de su gestión ¿Sirven este tipo de medidas?

NZ: Existe lo que se llama, el consenso de los conectados, donde todos los que estamos conectados a internet lo hicimos bajo un modelo de consentimiento tácito, donde las personas se conectan aceptando los términos y condiciones, y las empresas hacen uso de los datos de quienes se conectan. Con este modelo se llegó a la gran acumulación y manipulación de datos de una manera muy poco transparente, con algunas reglas básicas por consenso respecto a la pornografía y la violencia. Luego aparecieron Snowden y Cambridge Analytica, donde los políticos se dieron cuenta de que un pequeño puñado de empresas tienen más información que las mismas agencias de inteligencia. La Unión Europea está trabajando en la ley de Servicios Digitales y el Reglamento General de Protección de Datos. Es decir que suceden una serie de acontecimientos que llevan a regular el “espacio” digital, en el que pueden haber intromisiones. Pero las empresas no actúan de acuerdo a una votación democrática del público.

EG: ¿Cómo ves a la inteligencia artificial en el futuro?

NZ: Depende de cuestiones políticas complejas, y no sé exactamente cómo va avanzar, pero me gustaría que podamos empezar a hablar de productos específicos y que podamos preguntarnos cómo funciona, para que no se presenten como procesos inexorables o automatizaciones impuestas. No se trata de detenerlo todo, pero si hay algo que produce desigualdad, entenderlo y tomar decisiones.

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