Sunday, September 29

¿Cómo fue el 2022 para Alphabet, Meta, Apple, Microsoft y Amazon?

Balances económico de las principales empresas del rubro tecnológico

Por: Mariano Quiroga

El 2020/21 fue un ciclo de crecimiento exponencial para las grandes empresas tecnológicas, que sin lugar a dudas, fueron las grandes beneficiarias de la pandemia producida por el COVID-19. Fue ese virus que azotó al planeta, el que nos obligó a digitalizar nuestra vida casi por completo. De un momento para el otro nos vimos forzados a trabajar, estudiar, consumir productos culturales o mantener nuestros lazos familiares y de amistad por intermedio de las plataformas digitales. Fue tan fuerte el cambio que sufrió nuestra vida cotidiana, que en abril del 2020, apenas unos meses después del comienzo de la pandemia Satya Nadella (CEO de Microsoft) declaró con mucho entusiasmo: “Hemos visto ocurrir dos años de transformación digital en dos meses“. No era para menos, mientras el PBI mundial caía, las cinco principales empresas de tecnología potenciaban su crecimiento 

Pero eso que algunos pensaban que nunca acabaría, este año, así como se empezó a dejar atrás la pandemia y de a poco se volvió a la vida medianamente normal, las empresas tecnológicas que vivieron en un estado de bonanza comenzaron a sufrir un desaceleramiento que impactó de manera directa en la economía de las  empresas. Uber cayó un 38%, lo mismo le ocurrió a Netflix o Tesla que también sufrieron una baja del 48 y el 55 por ciento respectivamente. Lejos de pensar que estamos viviendo el comienzo del fin de una era, lo que se muestra es que se acabo la fiesta. Esto produce un fuerte impacto en los bolsillos de las empresas más chicas, como así también en los inversionistas que se volcaron a comprar acciones. Otros que sentirán la merma serán los que invirtieron en el mundo cripto creyendo en las promesas de un enriquecimiento rápido, seguramente lo que ocurra y empezaremos a observar a partir del 2023 es que las empresas más grandes se terminen comiendo a las más pequeñas, generando de esta manera una mayor concentración 

Las empresas que integran el grupo denominado AMAMA (Alphabet, Meta, Apple, Microsoft y Amazon) también sufrieron el impacto, Alphabet durante el último trimestre logró crecer un 6% interanual cifra que está muy por debajo del 42% que había obtenido hace apenas un año. Otro de los golpes que sintió la empresa fue la caída del 27 por ciento en sus ingresos netos. Estos números magros vienen de los anuncios publicitarios, que durante este año tuvo un estancamiento que se dio por dos motivos puntuales: La crisis económica en general y que le apareció un competidor de peso como lo es Amazon. Es por eso que Google se estaría inclinando a otros rubros para poder seguir facturando, estos rubros la empresa los denomina “otras apuestas”. Al igual que el resto de las Big Tech, Alphabet anunció recortes que afectan la producción de laptops, el servicio de streaming de videojuegos y otros proyectos como el de brindar internet mediante globos aerostáticos. 

Meta fue las más afectada ya que perdió el 66 por ciento de su valor, esto trajo como consecuencia el despido de miles de empleados. Como si esto fuera poco, la empresa liderada por Mark Zuckerberg también está atravesando un estancamiento en la cantidad de usuarios en sus principales redes sociales y como broche final para cerrar un 2022 para el olvido tuvo un enfrentamiento con Apple ya que esta empresa decidió hacer cambios en las políticas de privacidad, decisión que afectó de manera directa a los ingresos de Meta. Queda como esperanza, pero a muy largo plazo, apostar al Metaverso, idea que no convence del todo a los inversionistas, por lo tanto no solo fue este un año difícil sino que el próximo no trae augurios de que sea mejor.

Apple también tuvo un año por debajo de lo esperado ya que sus acciones cayeron un 21%.  Si bien durante el último trimestre reportó ingresos por 90.100 millones de dólares, lo cierto es que esto significa un 1% menos que el año anterior. Los ingresos de la empresa cuyo CEO es Tim Cook provinieron de la venta de hardware, sobre todo de Iphones y de los servicios asociados como son Apple Music, TV+  y la misma App Store

Otra de las empresas que sufrió pérdidas fue Microsoft, que si bien no tuvo una caída tan fuerte como la de Meta, su balance del 2022 indica que sus acciones cayeron un 27% y que tuvo que despedir al 1 por ciento de sus empleados. Aún así, su último reporte de ganancias indica que la empresa de Bill Gates facturó 45.317 millones de dólares, una cifra que significa un 16% más que la obtenida el año anterior. Números más que positivos, si los situamos en este contexto de crisis. Las puntas por donde la empresa pudo sostenerse durante este temporal fueron: Sus servicios en la nube que creció un 24% y su sector gaming que incluye hardware y suscripciones, estos fueron sus caballitos de batalla.   

Amazon durante este año creció un 15% lo que significa que facturó 127 mil millones de dólares durante el último trimestre. Sin embargo la empresa liderada por Jeff Bezos también sufrió una caída de 2900 millones de dólares respecto al año anterior. Con puntos fuertes en la venta de publicidad online donde ya conquistó el 14% del mercado en Estado Unidos y con crecimiento en AWS donde reporto un 28% interanual  la empresa tiene que lidiar con inversores que no están viendo con buenos ojos como Amazon se está moviendo con su producto insignia que es la venta de productos. En esta área donde supo ser líder indiscutido la empresa apenas pudo crecer un 10% interanual. Otro de los dolores de cabeza que tuvo Amazon durante este año y que afectó su imagen pública fueron los conflictos laborales internos que trajo como consecuencia el despido de cerca de 20 mil empleados

Si bien el panorama parece preocupante, la realidad es que todavía estamos lejos de estar en una situación semejante a la ocurrida en el 2001 cuando explotó la burbuja.com. Lo que sí se puede predecir es que salvo una catástrofe económica, las empresas que supieron construir durante mucho tiempo su reinado van a poder sobrevivir, mientras que otras como Uber o Zoom que también está pasando un momento complicado tendrán que estar atadas a la suerte de los inversionistas. Para eso tendrán que hacer  todo lo posible para que sigan apostando por estas empresas que ya empiezan a mostrar un agotamiento en los usuarios finales. La otra opción que les queda, es colgar el cartel de venta, esperando que algún gigante las compre como sucedió con Twitter que fue adquirida por Elon Musk o como también ocurrió con la empresa de videojuegos Activision Blizzard que se la llevó Microsoft por 68.700 millones de dólares 

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