La coordinadora de la campaña en defensa de Julián Assange en América latina, Daniela Lepin Cabrera, diálogo en exclusiva con Multiviral
Por: Mariano Quiroga
La última noticia que tuvimos sobre Julian Assange es la carta que le escribió al rey de Inglaterra. ¿Que podemos saber de él, como se encuentra de salud?
Es una misiva redactada de puño y letra por Julián. Por su forma de ser y su personalidad, logra plasmar la sátira en esta carta. En ella, describe con un poco de humor pero también de forma dolorosa la experiencia de estar en esta cárcel que podemos denominar “Guantánamo británica”. En la carta, describe cada una de las cosas que tiene que vivir con horas de sol y aislamiento. Está aislado bajo el concepto de que temen por su vida y que hay que preocuparse por su situación de salud. Entonces, no puede estar en contacto con ningún otro prisionero, pero bueno, eso es solo una excusa.
Creo que él hace un importante esfuerzo al escribir esta carta, y de alguna manera, ahí podemos ver toda su personalidad que aun así, no la han matado.
¿ Para tomar dimensión de la importancia de Julian Assange podrías contarnos qué puntos de quiebre generaron los cables de Wikileaks?
Yo diría que cuando surge WikiLeaks y se liberan todos los cables que conocimos, cambia la relación entre los países, la política internacional y la política interior de cada nación. Los países se repliegan para ver la forma en que se van a relacionar con Estados Unidos desde estos episodios.
También ocurre algo en el periodismo donde se instala un nuevo paradigma de hacer periodismo, de hacer comunicación en general. WikiLeaks es importante estudiarlo como un fenómeno en las universidades. En el sentido de que antes, el mundo del periodismo como tal guardaba bajo siete llaves sus técnicas. Quienes hayan estudiado la carrera como tal sabemos que el periodismo está hecho de prácticas puntuales que se deben hacer para ejercer el oficio. Tal vez, esas practicas no era necesario estudiarlas como una carrera. Obviamente, hay un “low out” que cada uno va componiendo para poder llevar adelante la profesión, pero ahí te das cuenta de que todo esto que engrandecíamos tanto que creíamos que era importantísimo, determinadas prácticas que solo las podrían hacer determinadas personas. Con la aparición de WikiLeaks, queda demostrado que no es así y que el periodismo está tremendamente atrasado en materia de depuración de datos y otros temas que nunca hablamos, como ciberseguridad, algo que probablemente a quienes estudiamos periodismo hace 15 años nunca se nos pasó por la cabeza. WikiLeaks irrumpe en ese sentido y cambia el paradigma, las formas de hacer periodismo. Finalmente, nos damos cuenta de que todos pueden hacer periodismo; solamente se necesita un celular para viralizar una imagen con un pequeño mensaje bien planteado.
Se considera que el periodismo es una de las áreas que se verían afectadas por la irrupción de la Inteligencia Artificial ¿Que opinión te merece esta herramienta?
Lo que puedo decir sobre esta aplicación que he tenido la oportunidad de estudiar, es que tiene errores muy puntuales en relación a fechas, tiempos, el tipo de cargos que tienen ciertos mandatarios, o sea, cosas puntuales que tú puedes decir que son errores comunes, pero que no lo son, sobre todo porque es una información que es pública. Entonces, para la función que dice que cumple, digamos que tiene fallas muy importantes. Pero también hay cosas en las que nadie ha reparado, que tiene que ver con la información que recoge de nuestro propio teléfono, de nuestras propias conversaciones, de los temas que son de interés para nosotros. Entonces, la pregunta es: ¿Queremos que una aplicación espíe nuestras conversaciones y nuestros propios contenidos? Nadie está reparando en el espionaje que se genera desde estas aplicaciones.
¿Sin embargo no crees que también es una herramienta que puede resultarnos muy útil?
Todas las nuevas tecnologías que hoy en día surjan deben estar al servicio de los ciudadanos. Hay que tener una mirada muy amplia. Es absolutamente necesario contar con este tipo de herramientas, haciendo los filtros que corresponden en relación a cómo las vamos a usar. Indudablemente, resuelven la inmediatez de la comunicación, de la información como tal. Pero también hay un peligro que es cómo moldea nuestros discursos, nuestra forma de plantear ciertas ideas. Yo creo que ahí, sin duda, hay que poner el ojo, pero de ninguna manera cerrarnos a estas nuevas tecnologías y hacia dónde nos pueden llevar. Obviamente, siempre tener el manejo adecuado de ellas, educar a los ciudadanos sobre el uso de las mismas, porque yo creo que ahí hay una falencia que es muy importante. Yo creo que los gobiernos, de alguna manera, no digo que tengan que controlarlo, pero sí debiesen existir normativas que los mismos gobiernos sean capaces de regular para el uso de ciertas redes, y eso hoy en día no pasa. La gente tiene derecho a saber lo que entrega cada vez que descarga una aplicación, la gente tiene que saber qué significa aceptar las cookies.
En Argentina al igual que en muchos países de América Latina hay un surgimiento de la derecha ¿Cuánto crees que influyen las redes sociales en estos movimientos?
Me interesa mucho cómo los discursos de odio tan profundos calan en la juventud. Eso me parece que es realmente algo digno de estudiar. En Chile nuestro presidente, Salvador Allende, decía: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción vital”. Llama la atención que discursos tan conservadores, tan llenos de odio y con los sesgos propios de la extrema derecha, rayando en el fascismo lleguen a los jóvenes de la región. Creo que es un fenómeno muy potente. Definitivamente, hay un momento que se rompió y no lo vimos venir.
Yo siento que hay una especie de puritanismo en decir: “Yo no voy a entrar a TikTok, no voy a ponerme a hacer el ridículo”. En Tik Tok hay gente que educa, que en pequeñas cápsulas genera contenido permanente. Hay que dar esa disputa, no hay que temerle a eso. Siento que la política tiene esta cosa de que por ningún motivo vamos a someternos a eso, y no está bien. Nos están ganando un territorio que es muy importante.
Cristina se pronunció públicamente sobre la situación de Julian Assange en sus redes sociales, sabemos también que estuviste reunida con ella ¿Qué podes contarnos de ese encuentro?
Tuvimos la oportunidad de conversar con ella un día antes de que la condenaran. Estaba muy tranquila, es una mujer que ya tiene en el cuerpo la experiencia de haber gobernado un país en dos oportunidades y haber acompañado a Néstor. Tiene un temple absolutamente distinto, tenía muy claro que la iban a condenar al día siguiente. Lo dijo en esa reunión y comparó su situación con la de Julián, obviamente guardando las proporciones. Dijo: “Soy una persona a la que mañana van a condenar, y no se sorprendan, porque lo que buscan de alguna manera es lo que han buscado con Julián, quieren evitar que ningún periodista se atreva a hacer periodismo y a cuestionar al poder”. Creo que da en el clavo respecto a lo que está pasando con ella y a esa forma de disciplinamiento hacia la sociedad, para que nadie se atreva, bajo ningún motivo, a gobernar de la forma en que ellos lo hicieron, y para que nadie más, en el caso de Julián, haga un periodismo capaz de cuestionar al poder.
En la región tenemos grandes medios que son cómplices del poder, a simple vista parece difícil pensar un periodismo fuerte capaz de cuestionar estas cosas
Creo que eso es algo que es necesario regular, hay una deuda importante, porque no es posible que el dueño de un banco sea además el dueño de un canal de televisión y además de un diario. Estoy poniendo la situación de Chile, en el caso de Argentina no es muy distinto. En eso quiero hacer la diferencia con el Grupo Octubre, y no es que quiera poner a la derecha y a la izquierda en el plano del análisis. Lo que quiero decir es que el Grupo Octubre surge con una visión distinta, que precisamente busca mover las piezas en el mundo concentrado de medios.
¿Cuáles son los siguientes pasos que tienen por delante con respecto a la causa de Julian Assange?
Estamos levantando la fundación en América Latina, a propósito de la gira que hicimos con WikiLeaks. Recogimos las voluntades, los apoyos de las distintas organizaciones para poder levantar la fundación. No sabemos si se va a llamar Fundación Assange u otro nombre, pero queremos aglutinar todos los esfuerzos. Porque si hay algo en lo que queremos incidir es en el tema de la desconcentración de los medios de comunicación. En ese sentido, estamos trabajando en una propuesta que queremos entregarle a UNASUR en el próximo encuentro, donde de alguna manera queremos presentar algunas ideas. Es importante que los gobiernos recojan estas ideas para terminar con la concentración mediática y de alguna manera aliviar la situación en cada uno de los países.
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