El director Leandro M. Carvalho dialogó con Multiviral sobre su documental: “La guerra permanente: fake news y manipulación de opinión pública”, también hizo mención a su proximo documental el cual daria cierre a la trilogia iniciada con La Guerra Judicial en Latinoamérica – Lawfare In the Backyard
¿Cómo surgió y se desarrolló el proyecto de investigación del primer documental (La Guerra Judicial en Latinoamérica – Lawfare In the Backyard)?
Nosotros, a partir del año 2017, nos unimos como grupo de trabajo de investigación documental a la mesa de CTA Mesa de Solidaridad Internacional Presidente Lula da Silva. Comenzamos a recibir noticias de personas del Mercosur que estaban trabajando en torno al concepto de “lawfare” o guerra judicial. En nuestra investigación descubrimos rápidamente que la guerra judicial es parte de un conjunto de guerras no convencionales o guerras irrestrictas. Se trata de una guerra que no involucra misiles, balas o drones, sino que opera en múltiples frentes simultáneamente, particularmente en el ámbito judicial, conocida como guerra legal o “lawfare”.
Durante dos años nos dedicamos a estudiar el lawfare y en el año 2019 lanzamos un documental. La presentación tuvo lugar en el Congreso de la Nación y fue declarada de interés cultural por la Honorable Cámara de Diputados. Actualmente, el documental aún espera ser tratado en comisión para obtener el reconocimiento de interés cultural por parte de toda la Cámara de Diputados. Se estrenó en el microcine del propio Congreso Nacional, con la presencia de invitados del ámbito jurídico, periodístico y político, que representan los tres espacios desde los cuales se obtuvieron testimonios y se construyó una narrativa completa e integral sobre cómo se percibe el fenómeno del lawfare desde una perspectiva comunicacional, jurídica y política.
¿Cómo fue el proceso de arrancar a trabajar con el segundo documental: “La guerra permanente: fake news y manipulación de opinión pública”? ¿Podes explicar en principio como funciona este frente?
Estos casos forman parte de un fenómeno más amplio relacionado con la injerencia internacional, basado en metodologías de guerra sin restricciones o guerra no convencional. Presentamos este tema en varios países y participamos en varios medios de comunicación, lo que nos permitió embarcarnos en un segundo proyecto documental, que se adentra en otro frente de estas guerras simultáneas: el frente psicológico-mediático.
En este frente, se utilizan principalmente noticias falsas o información sesgada. Hay muchos más casos de noticias falsas y sesgadas, y es importante destacar que se trata de información recortada, donde se cuenta solo una parte de lo sucedido sin proporcionar la información necesaria para comprender por qué ocurre esa situación en particular. Este fenómeno está ampliamente difundido y está relacionado con el “mainstream” en comunicación, es decir, la cadena principal de transmisión de datos. Esto implica que los medios hegemónicos, en su mayoría corporativos, forman parte de este fenómeno, con algunas excepciones donde el Estado tiene herramientas que son mucho menos poderosas que las corporativas.
¿Cuál es el objetivo final de estos frentes que mencionas?
El objetivo implica destruir y decapitar el liderazgo político de masas, como menciona Dunlap en nuestro documental, lo cual se traduce en perseguir judicialmente a figuras como Lula, Correa o Cristina Kirchner, aplicando la ley de manera injusta y violando el principio de presunción de inocencia. Esta situación ha sido denunciada por organizaciones de derechos humanos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que gozan de un gran prestigio y seriedad. Sin embargo, prevalece la aplicación distorsionada del poder, socavando el estado de derecho y otros principios fundamentales. Nuestro objetivo es visibilizar y educar a la ciudadanía sobre esta problemática, a través de la pedagogía y la denuncia de la guerra económica.
Buscamos completar los principales frentes, ya que este fenómeno tiene muchas más dimensiones. Desde el principio, consideramos la posibilidad de abordarlo a nivel global, dado que se trata de una cuestión global. Estas acciones no están sujetas a un marco teórico que restrinja su carácter belicoso. Están dispuestas a condenar sin pruebas, lo cual vulnera el estado de derecho y deshabilita el sistema legal.
¿Cuál es el rol del Estado dentro de este conflicto y cómo crees que actúa la gente que es la receptora de estos mensajes?
Corporaciones como Red O Globo en Brasil, BBC en Inglaterra y Fox en Estados Unidos son ejemplos de medios de comunicación que no pueden ser controlados por cualquiera. Los propios Estados son los únicos grupos con las características necesarias para controlar semejantes aparatos de comunicación. Requieren de una enorme inversión de dinero y tiempo, así como de costos constantes para mantener en funcionamiento sus estructuras. Solo las corporaciones millonarias o los Estados tienen los recursos para llevar a cabo esta tarea, ya que implica una inversión masiva y un mantenimiento continuo que conlleva altos costos.
Si la gente no toma conciencia de esto, es muy fácil que caiga en la reproducción de un relato que contiene falacias y sesgos. En muchos casos, se presentan cosas como verdades absolutas, pero en realidad carecen de pruebas o demostraciones factuales. Es importante destacar que el relato se construye de manera coherente, pero sin pruebas reales.
Sin embargo parece que la gente no solo no toma conciencia sino que también consume todo el tiempo estos medios y las diversas plataformas. ¿Cuáles crees que pueden ser las consecuencias de este tipo de consumo?
Vemos hordas de gamers y personas que solo consumen redes sociales por el intercambio social en sí, sin un aprendizaje concreto en tiempo real. Esto no significa que esté mal disfrutar de actividades recreativas y utilizar el tiempo para interactuar socialmente. Lo que queremos señalar es que hay una invasión de productos de corporaciones que buscan obtener nuestra información y controlar el flujo de información para su beneficio comercial.
Si no hay una intervención estatal, corremos el riesgo de ser colonizados por corporaciones que nos imponen sus productos y servicios como necesidades propias. Terminamos creyendo que necesitamos esas redes sociales y otros productos. En mi opinión, la libre circulación de información debe ser considerada un servicio público, y es ahí donde radica la importancia de la regulación por parte de un Estado presente que busque el bien común y establezca límites. En los países avanzados, los estados de bienestar son ejemplos de cómo las instituciones, especialmente en los ámbitos de salud, educación y cultura, no pueden ser completamente privadas. Estos aspectos deben estar regulados por actores que busquen el bien común, y en mi opinión, el Estado es el único que puede tener ese interés por definición
¿El advenimiento de internet también ha creado nuevas maneras de comunicarnos saliendo de la lógica tradicional de diarios, radio y televisión?
Hoy en día, podemos decir que en poco más de veinte años se ha abierto una nueva forma de acceder a la información de manera cotidiana y doméstica. Este fenómeno ha sido monumental y es difícil de medir. Es importante tener en cuenta que este acceso a la información también plantea cuestiones éticas y legales a nivel internacional.
Además, los gobiernos desarrollan herramientas para monitorear y escucharnos como usuarios, con el fin de ofrecernos servicios y productos. Estos datos se venden a empresas y corporaciones. Muchas personas no están conscientes de esto y no lo ven. Aquellos que entendemos más o menos cómo intentan influenciarnos no solo con productos y servicios, sino también con narrativas construidas, nos damos cuenta de que es muy peligroso el uso de noticias falsas y la manipulación de información. La gente en general, incluyéndome a mí, somos vulnerables al engaño en todos los aspectos de nuestras vidas, las 24 horas del día, desde que nacemos hasta que morimos. Esto no es exclusivo de internet, pero internet ha amplificado este problema.
¿El hecho de que internet tenga de manera predominante su estructura montada en Estados Unidos también sirve para construir una única manera de ver el mundo?
Disiento con la idea de que haya un solo relato. Creo que más bien hay una amalgama de relatos que se entrelazan. En algunos casos, estos relatos resultan funcionales a los intereses de un sector, mientras que en otros casos son funcionales a los intereses de otro sector. No existe una única narrativa o una teoría conspiranoica que sostenga que hay un “foco del mal” y un “foco del bien”. Para mí, eso no es posible ni desde una perspectiva ideológica, sociológica ni política. En un mundo tan vasto, es imposible que haya un solo relato dominante. Lo que sí existen son tendencias. Por ejemplo, hay tendencias que presentan a Estados Unidos como un libertador y otras tendencias contrapuestas que lo describen como un tirano. Sin embargo, la forma de explicar esto es múltiple y hay numerosas corrientes que convergen en estas tendencias.
En tu concepto de Estado escenificas un mapa donde hay diversos Estados con distintas maneras de ver el escenario geopolítico
Siempre hablo de estados de bienestar, de estados que buscan el bienestar de las personas por encima de los intereses corporativos, empresariales y del poder concentrado, incluyendo a la élite política que a menudo está asociada con las corporaciones. Se puede observar una división a nivel global y nos encontramos en un mundo multipolar. Creo en la perspectiva multipolar y considero que después de la caída del Muro de Berlín se abrieron diferentes caminos y surgieron diversos fenómenos que cambiaron el panorama.
En esta multipolaridad, surge el próximo desafío de hablar sobre China, que quizás no esté tan presente en el mapa de la opinión pública latinoamericana. Sin embargo, soy consciente de algo que considero innegable, sin importar la orientación ideológica que se tenga: China tiene una relevancia enorme en la economía mundial y una proyección de crecimiento y expansión indiscutible. Hay quienes la demonizan, como Estados Unidos, Inglaterra y algunos de sus aliados, principalmente por cuestiones ideológicas y prácticas concretas.
¿Crees que China como líder global puede tener una manera diferente de ejercer el poder?
Yo no tomo partido en ninguno de los dos principales polos de esta multipolaridad, pero sí creo que China tiene ventajas cuantitativas y cualitativas en términos económicos. Es muy probable que en pocos años el yuan se imponga como moneda y que la industria china ocupe una posición dominante en el mercado global en lugar de la industria estadounidense. Creo que Estados Unidos teme esto y no sabe cómo resolverlo para mantener su hegemonía y su posición como la principal economía del mundo
Además, existe otro paralelismo importante: el expansionismo económico de China no es lo mismo que el imperialismo que Estados Unidos promueve. China busca expandirse económicamente, pero no tiene interés en destruir culturas. En cambio, creo que los imperios anglosajones, especialmente Estados Unidos, han intentado imponer su cultura y productos, lo cual puede considerarse una forma de genocidio cultural al destruir idiomas y promover el suyo propio.
¿Qué parte del concepto que vas a manejar para el cierre de esta trilogía podes anticiparnos?
Después de la Segunda Guerra Mundial, comenzó el proceso de multipolaridad y podemos observar las primeras formas de guerras no convencionales. Desde la perspectiva actual, la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín coinciden con el surgimiento y consolidación de Internet. Después de la Segunda Guerra Mundial, el poder estaba centralizado principalmente en dos naciones: Rusia, con el paradigma político del comunismo, y Estados Unidos, con el paradigma del capitalismo. Sin embargo, esto ha ido cambiando con la caída del Muro de Berlín y el actual momento en el cual se consolida una multipolaridad donde emergen naciones como China, bloques como BRICS y la Comunidad Europea, que tienen su propio producto bruto y su propio crecimiento económico. Estos actores se posicionan como polos en un mundo que ya no es bipolar, sino multipolar en términos estrictamente económicos.
Hoy en día nos encontramos en un mundo multipolar desde el punto de vista económico, y es importante comprenderlo para entender cuál es la salida soberana de cada pueblo, no solo en el caso de Argentina. Es fundamental entender cómo opera esta guerra económica multipolar en términos de economía, política y cultura.