Desde su inicio, Quilmes TEC se ha propuesto transformar el panorama tecnológico local, brindando oportunidades a sectores no universitarios y creando un polo tecnológico que involucra al Municipio, la UNQUI y el sector privado. Conversamos con Paul O’Shanghnessy, subsecretario de Producción y Empleo nos conto sobre el proyecto, su visión a futuro, los desafíos por venir y el camino hacia la consolidación de una transformación tecnológica inclusiva en el municipio de Quilmes.
¿Cómo fue el proceso que los llevó a encarar Quilmes TEC?
Si bien la pandemia generó cierto letargo en las iniciativas con Mayra (Intendenta de Quilmes), desde el primer día se puso en agenda que Quilmes necesitaba poner manos en el asunto de la economía del conocimiento y todo lo que abarca la industria 4.0, algo que siempre sonaba muy lejano y la realidad es que se estaba convirtiendo en un hecho. La sensación era que había que involucrarse, porque esto avanza muy velozmente. Los municipios en general suelen tener cierto letargo, a veces debido a cuestiones burocráticas o a la falta de visión para adaptarse al ritmo de la tecnología en la vida cotidiana. Pero lo que nosotros entendimos rápidamente es que existía una demanda que satisfacer.
Nosotros, como estado, y teniendo el privilegio de contar con la UNQUI aquí en el municipio, teníamos que ser capaces de brindar una oportunidad, una opción, algo que se apartara de lo común. Esto es especialmente relevante en ciertos estratos donde el trabajo de los padres se hereda; si tus padres tienen cierto oficio, tendes a imitar y repetir. La idea es poder combinar esa tendencia natural con una opción educativa de plazos más cortos porque la realidad es que en este ámbito, con dos años de estudio bien enfocados, tenes una proyección interesante en el sector privado, con sueldos que superan las expectativas
Lo interesante del proyecto que están llevando adelante es que logran incorporar a los sectores más vulnerables en el mercado de la Economía del Conocimiento
El gran objetivo de Quilmes TEC es la educación: poder acercar la opción de formarse a sectores que no son universitarios y que ojalá luego puedan acceder a la universidad. Brindarles un acercamiento al ámbito digital, a la robótica, a la ciencia de datos o al pensamiento computacional; una primera experiencia de manera gratuita donde se sentirán respaldados. La idea es que las empresas, que en la actualidad tienen una gran demanda de recursos, puedan coincidir con estas personas. Ese es nuestro primer y principal objetivo, y es en lo que hemos estado trabajando desde que comenzamos.
Es un sector que está en alza y brinda muchas oportunidades. ¿Quilmes está preparado para poder darle trabajo a estas personas una vez que reciban?
Existe la idea de que si te va más o menos bien, te trasladas a Capital Federal porque Quilmes no ha podido, hasta ahora, brindar las condiciones de competitividad necesarias para que desees quedarte aquí. Estamos trabajando para que eso cambie. La intención es que tanto los estudiantes de la UNQUI como aquellos que se gradúen de Quilmes TEC puedan llevar adelante sus proyectos de manera respaldada. Que puedan desarrollarse, buscar financiamiento y darle dirección a oportunidades que en la actualidad no están disponibles.
A nivel mundial, se ha invertido mucho dinero en esto, lo que pudo permitir que familias de bajos recursos experimenten un rápido aumento en su poder adquisitivo. Siempre digo que un joven que no está inmerso en este ámbito y comienza a crecer puede mantener a una familia entera en cuatro años con lo que gana. Esto es algo que debe ser visibilizado y fomentado, ya que representa una oportunidad histórica.
¿En un año de elecciones cómo se prepara Quilmes Tec frente a un hipotético escenario de adversidad?
Nosotros estamos trabajando como si fuéramos a ganar, no laburamos con la idea de regular en caso de perder. Si llegamos a perder, lo cual es una posibilidad, dejaremos un escenario limpio en términos ejemplificadores para que quienes estén a cargo puedan continuar desarrollando. Quilmes, en general, ha tenido un problema histórico y es que viene experimentado muchos vaivenes en la gestión, con cambios frecuentes en las prioridades y objetivos. Esto hace que la planificación a largo plazo sea muy difícil en Quilmes. La UNQUI es la que tiene mayor poder en la toma de decisiones para que el proyecto pueda mantener cierta autonomía. Es muy fácil llamar a empresas de ese tipo, que son escasas y se pueden contar con una mano, para que resuelvan todo, pero a costa de cederles el control. Esto es una misión un poco más laboriosa, pero que al final tiene su recompensa.
Ahora imaginemos un escenario favorable cuál es el potencial que le espera a Quilmes Tec si se continúa por este camino
Con tres edificios completos en funcionamiento, Quilmes se convertirá en un polo tecnológico a nivel provincial e incluso nacional. En el interior del país existen muchos proyectos prometedores en este ámbito, pero no tienen gente. Aunque deseen avanzar, no pueden hacerlo porque faltan personas. Quilmes, en este caso, tiene un recurso valioso. Si bien para muchas cosas es un problema, en esta situación es una ventaja.
Con un estado presente, las condiciones adecuadas y un ecosistema favorable, junto con una colaboración efectiva entre el municipio, el sector privado y la universidad, no hay forma de que esto no vaya solo para arriba. La realidad es que para poder llegar a lo que a uno le gustaría no nos faltan cuatro años; en realidad, solo nos falta uno. Creo que en tan solo un año más vamos a estar funcionando a un ritmo que es difícil de visualizar.