Saturday, November 23

Pablo Sercovich: “A partir del impacto tecnológico, el Ingreso Universal es algo que va a suceder”

Multiviral inicia su ciclo de entrevistas 2024 dialogando con Pablo Sercovich, presidente de la Asociación Civil Argentina en Red, con una mirada crítica sobre el presente. “Esta etapa del capitalismo es de concentración transnacionalizada”, el director del Instituto por la Renta Básica Universal nos comparte su análisis sobre el impacto de la tecnología. “Todas las actividades se ven avasalladas por esta avanzada”. Frente a este escenario, Sercovich, que también es referente de la Multisectorial, considera queel papel que se debe asumir en esta etapa es persuasivo, pedagogico y de acompañamiento

Por: Mariano Quiroga

¿Cuál es el impacto del avance tecnológico en la distribución del empleo y cómo podría abordarse la creciente precarización laboral producida por la tecnología ?

En principio, hay que decir que a partir del impacto tecnológico, el Ingreso Universal es algo que va a suceder. No está en discusión si sucederá. Lo que está en discusión es en qué términos se construirá. La posibilidad de un instituto como el del Ingreso Universal se plantea en términos de contención social, un dispositivo construido desde el poder popular que plantea una herramienta de compulsa por la distribución de la riqueza. Sobre el tema hay perspectivas distintas porque objetivamente el impacto tecnológico destruye y precariza el empleo. Nuestras sociedades no son sostenibles si su ciudadanía no tiene acceso a la alimentación. La pregunta es cuál es el dispositivo que va a permitir ese acceso. 

Durante el siglo XX de la mano de la cultura política el mecanismo a través del cual se distribuía y en algunos casos el 50% de la rentabilidad productiva era el empleo, que por supuesto, debido al impacto tecnológico paulatinamente se fue distribuyendo cada vez menos, a punto de que hoy, dependiendo de la rama de la actividad que tengas de referencia, tenés una relación 70-30, 80-20 

¿Cómo podemos reconciliar el concepto de un Estado que garantice derechos básicos y que a su vez esté capacitado para abordar el avance de la tecnología?

Nos encontramos en la paradoja de estar hablando de un estado social de derecho que reclama el acceso a la educación libre y gratuita, a la salud, a la seguridad, a la justicia, pero que no reclama el acceso a la renta básica, con lo cual tenemos un problema serio. Nosotros entendemos que efectivamente el ingreso universal es la posibilidad de ofrecer esa garantía en el marco de un estado social de derecho, con un ingreso que esté anclado en el salario básico universal y que compulse, junto con los trabajadores, en esa distribución de la riqueza. En este momento es mucho más barato incorporar un brazo robótico que un trabajador; esto no convierte al dueño de una PYME en malo, porque la robótica es una tecnología que está disponible.

El Estado argentino nunca dio el debate sobre la manera en que se puede imponer un tributo a la productividad a partir de la incorporación tecnológica y de qué manera ese tributo puede a distribuirse entre la población, a la que no podemos seguir sometiendo al estrés de la batalla por la apropiación de la renta, sino que debemos pensarla en un marco de sostenibilidad en el cual debe incorporar recursos tecnológicos como parte de su comunidad organizada.

¿Crees que es necesaria una nueva constitución que contemple todos estos puntos?

Nosotros decimos que es necesaria una nueva constitución, pero construida por la ciudadanía en función de los intereses de la gente. Acá discutimos el algoritmo de nuestra sociedad en función de los parámetros que entendemos que son de justicia y de garantía de la dignidad, porque en definitiva no hay nada más superior en nuestras sociedades que el interés de sus ciudadanos y de la comunidad. Hoy vemos cómo todas las actividades se ven avasalladas por esta avanzada del capitalismo extractivo que hace posible la Agenda 2030, que establece la transformación energética del hemisferio norte a costa de los recursos del hemisferio sur, y ahí es donde tenemos las tensiones sobre las que nosotros tratamos de trabajar para darnos además un proceso de transformación que entendemos que es posible realizar en paz, a diferencia de otras etapas de la historia donde solo la violencia permitió sacarse de encima a quienes, desde su posición dominante, defendían sus privilegios

¿Consideras que hay obstáculos que salen desde las propias filas del peronismo a la hora de pensar nuevos derechos laborales? 

El primer obstáculo que tenemos no está en el frente, sino adentro. Tenemos un problema que consiste en la cultura política heredada, porque venimos de un proceso de construcción política desde el siglo XX donde el peronismo, que para los argentinos y las argentinas es una referencia obligada a la hora de hablar de derechos, puso al trabajo como elemento de dignidad en un momento en el cual el industrialismo del país formaba parte del proyecto estratégico de la fuerza laboral. Nosotros hemos dado este debate, hemos organizado varios encuentros en la Biblioteca Nacional y en espacios políticos, analizando las características que debería tener el Instituto que proponemos. El primer obstáculo lo encontramos dentro de los mismos compañeros que todavía no pueden concebir el escenario actual porque están anclados a la vieja construcción. Pero frente a eso, nosotros planteamos la necesidad de una actualización doctrinaria, porque acá de lo que se trata y precisamente la gran innovación que considero que otorga este diferencial de valor a la multisectorial es que seguimos con las banderas en alto de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social.

¿Cuál es la metodología que están utilizando para avanzar en la creación del Instituto, como la vinculan con los desafíos y oportunidades que presenta esta era digital?

Nosotros venimos trabajando desde hace mucho tiempo pensando en el impacto tecnológico y en la necesidad de participación. Venimos desde hace mucho tiempo con la decisión de construir el Instituto, sin darle la espalda a lo preexistente, intentando acompañar el proceso de toma de conciencia de esta nueva etapa. Por eso, asumimos este papel, te diría persuasivo, pedagógico, de acompañamiento, sobre todo porque la correlación de fuerzas necesarias para poder avanzar en términos de la producción de una nueva constitución no es ni más ni menos que la plasmación jurídica de un proyecto de país que contenga elementos que hagan sostenible hoy a nuestra sociedad, a nuestra comunidad organizada, que requiere de las mismas militancias que antaño estuvieron encuadradas en las estructuras preexistentes, producto de esta nueva realidad que es el mundo de las TIC 

Lo que planteas deja reflejado que la presencia constante en la calle debe estar acompañada con un encuadre político  

No es solo salir a confrontar en la calle, sino también dar el debate necesario, fundamental para poder abonar un proceso de intervención acompañado con un marco de análisis, de reflexión, que nos permita una producción programática. Porque si hablamos de nueva constitución, si hablamos de un nuevo proyecto de país, si hablamos del andamiaje jurídico que acompañe este proceso, tenemos que pensar primero qué país queremos. 

¿Cómo están abordando las resistencias y las concepciones arraigadas en el peronismo?

Este es un tema que hemos discutido mucho con Guillermo Moreno, porque dentro de su programa económico tiene prevista, en sus propias palabras, la posibilidad de una distribución de la renta de 60 a 40: 60 para los trabajadores, 40 para el capital, en el marco del concepto de un estado empresario con una burguesía nacional en condiciones de volver a tener el papel que tuvo en la época de Gelbard, pensando en la oferta de pleno empleo y para mi eso es inviable

Cuando nosotros iniciamos este recorrido por el ingreso universal, yo convoqué al sindicato de Amas de Casa, porque ellas tienen un antecedente muy importante que es haber conseguido la jubilación de las amas de casa. Las invité a ampliar esa lucha reclamando un ingreso universal para aquellas amas de casa que no están jubiladas y para todos los otros sectores que no son amas de casa. Y me encuentro precisamente con esta misma resistencia, que es para nosotros sí, pero para la sociedad no, porque tiene que producir.  Ahí es donde tenemos este problema, que es el problema de un peronismo capitalista que viene de esta cultura política que promete una quimera, que es la del pleno empleo, sobre todo en un momento en el que es moralmente inaceptable poner a 500 personas con una pala a cavar un pozos, si vos podés hacerlo con una máquina que sale dos mangos.

Esta propuesta de redistribución de la renta se debe dar dentro de este programa económico y que esté relacionado con la implementación del ingreso universal 

El desafío que representa imaginar estas herramientas impacta no sólo hacia afuera, sino hacia adentro de la estructura que tienen los compañeros desde la cual ven el mundo. Entonces, yo a Guillermo Moreno le dije: “A mí me parece fantástico y compro tu programa económico si de ese 60% vos me das un 10 para convertirlo en ingreso universal y garantizar el acceso a la canasta básica a todos los ciudadanos argentinos”

La realidad hoy es totalmente inversa, es 70 a 30 a favor del capital, que sigue incorporando automatización, Inteligencia Artificial y destrucción del empleo, incrementando el producto bruto interno. Porque acá otra cosa que pasa es que vos podés tener un crecimiento de la economía con altos índices de inequidad y de pobreza. Esta etapa del capitalismo es de concentración transnacionalizada, ya la burguesía nacional no existe más. Si vos te fijás lo que pasa realmente hoy con una PYME, que importa partes o importa todo, es que tiene su marca comercial y distribuye de tal manera que los niveles de empleabilidad son mínimos

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan al intentar garantizar el acceso a la canasta básica en el contexto actual?

Acá de lo que estamos hablando es de cómo concebir un Estado que garantice derechos entre los que el primero sea el acceso a la canasta básica que es un proceso que efectivamente con el kirchnerismo se produjo pero que hoy nos encontramos con el desafío de pensar en ese gran universo del medio que es la pecera de tiburones donde la población económicamente activa es arrojada a buscarse el recurso para garantizar su subsistencia 

Nosotros venimos de un concepto asistencial, donde para gozar del beneficio de la AUH tenés que tener certificado de pobreza, cuando acá estamos hablando de un derecho que no requiere certificado de pobreza porque excede tu condición. Acá lo que estamos diciendo es que toda la población debe percibirlo. Acá entra otro factor también muy importante, que es que nosotros, a partir de la construcción simbólica del capitalismo, asumimos que sólo somos dueños de nuestras horas de trabajo y de nuestras fuerzas de trabajo. Es lo único que podemos vender para obtener recursos. Sin embargo, habría que meter acá otro dato, que es que los 47 millones de argentinos somos los propietarios de nuestros bienes comunes y que esos bienes comunes están siendo saqueados sin tributo al Estado Nacional

Ese planteo del financiamiento mediante la explotación de los recursos naturales es clave porque derribas el argumento de que no hay fondos para pensar en la Renta Básica Universal 

Cuando vos mirás lo qué le queda al Estado Nacional por la explotación del oro, de las tierras raras, de todos nuestros minerales, qué le queda al pueblo argentino de la explotación agropecuaria de su suelo. Está el concepto de propiedad privada, pero también existe la propiedad comunitaria. Cuando vos analizás qué sucede con los pueblos originarios, te das cuenta de que ellos no tienen propiedad privada, ellos tienen propiedad comunitaria, esos territorios en los que se otorgan coordenadas de explotación del Litio en Jujuy son de propiedad comunitaria. De la misma manera que los pueblos originarios tienen propiedad comunitaria, los 47 millones de habitantes tenemos propiedad comunitaria, que son todos los bienes comunes, todas las riquezas de la Argentina.

Ahora, mi pregunta es: ¿Por qué vos no considerás que del pedazo de oro que se llevan o de la cantidad de litio que se llevan no te corresponde nada? Entonces ahí entra otro elemento, que es no sólo la venta de trabajo, sino la obtención de la renta de nuestra propiedad comunitaria en un contexto en el que ya el Estado no está en condiciones de garantizar el pleno empleo y se ve obligado a pensar el derecho de acceso a la canasta básica distribuyendo monetariamente parte de esa renta que percibe, que en este momento es mínima porque nadie la controla, pero que en el momento en que la comunidad la reciba y sea distribuida a través de una transferencia monetaria empezaremos a preguntarnos qué es lo que está pasando, que una minera extranjera nos deja el 3% de lo que se lleva y no el 70. Acá lo que hay es un cambio de paradigma nosotros estamos intentando imaginar una comunidad organizada sostenible en el siglo XXI con la disponibilidad que hay de las nuevas tecnologías que te eximen de tener que estar 16 horas por día encadenado a un telar a los 14 años

¿Para cerrar cuál es el proyecto político que puede permitir lo que se plantea desde el Instituto?

El dispositivo que atenta centralmente contra la sostenibilidad de un proyecto colectivo es el bipartidismo. Ese bipartidismo que intenta Estados Unidos imponer en todos los países del mundo no es ni más ni menos que la imposibilidad del desarrollo de un proyecto de país, porque si cada cuatro años tenés un gobierno de signo político distinto que destruye lo anterior, como país no existís, sos un corchito en el océano a merced de los intereses ajenos a los de la población. Lo que creo es que hay que terminar con el bipartidismo, creo en el partido único, creo en un proceso democrático en el marco de un partido único que tenga un proyecto de país con perspectiva estratégica, en el marco del cual se pueda discutir todo, pero lo que no se puede discutir es a qué intereses responde el Estado argentino

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