Por: Ramon Ramon
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando diferentes ámbitos, y la comunicación política no es una excepción. Muchos autores definen como «Inteligencia Artificial» la palabra del 2022. De hecho, ya hemos hablado en este blog en anteriores ocasiones de la irrupción de la IA en el ámbito del marketing político y electoral, de igual manera, lo que los algoritmos (que al final es de lo que se trata) pueden hacer por los gobiernos, o incluso, como podemos tener portavoces virtuales que mejoren la comunicación de gobierno y entidades.
Se trata de hablar de comunicación política y algoritmos, y desde la llegada de ChatGPT, el nuevo chatbot de OpenAI, pareciera que la facilidad para integrar esta tecnología nunca ha sido tan sencillo, como dice el propio algoritmo: «está impulsando la comunicación política en línea de una manera nunca antes vista».
ChatGPT es una herramienta de diálogo basada en la IA que permite a los políticos y sus equipos de comunicación interactuar de manera más efectiva con su audiencia en línea. Con ChatGPT, los políticos pueden responder a preguntas y mensajes de sus seguidores de manera automatizada, lo que les permite llegar a una audiencia más amplia sin tener que preocuparse por la sobrecarga de trabajo.
Además, ChatGPT también puede utilizarse para generar contenido automatizado, como mensajes en redes sociales o publicaciones en blogs. Esto significa que los políticos pueden estar presentes en línea incluso cuando no tienen tiempo para publicar manualmente. Si quieres saber más sobre chatbot, he escrito también bastante sobre ello, y como ejemplo: ¿Cómo un Chatbot puede ayudar en el control electoral a ciudadanos y partidos políticos?
Pero ChatGPT no solo es útil para la comunicación en línea. También puede utilizarse para mejorar la eficiencia en el trabajo del equipo de comunicación. Por ejemplo, ChatGPT puede analizar grandes cantidades de datos y proporcionar informes y estadísticas en tiempo real, lo que permite a los políticos tomar decisión. Y ojo, que estamos hablando que que ChatGPT se basa en GPT 3.5, pero en breve sale GPT 4, y eso si que va a ser la innovación total.
Como me dice mi director de tecnologías, es nuestro mundo y no debiéramos hablar mucho de ello, pero… qué demonios, lo mío es el ¡conocimiento libre! Eso si, lo que estamos actualmente haciendo con clientes específicos nos lo reservamos 😉
Podría decir, como ya han contado algunos compañeros y amigos, que he escrito este post con el propio CHATGPT, y ciertamente hay varios párrafos que se han generado de forma automática, pero a mí me gusta darle mi puntito, y por lo tanto, lo he usado como complemento, y no como sustituto, que creo será el fin de esta magnífica herramienta. Si aún tienes dudas de todas las funciones que pueden ser cubiertas por ChatGPT te invito a que leas a mi amigo Amalio Rey que nos habla de 25 tareas que ha probado, con ejemplos y conclusiones.
Esto de ChatGPT fue como un dejavu hace unas semanas, y es que hace 16 años, en un encuentro informal con un gran amigo y uno de los más grandes hackers que conozco, me dijo: «¿tienes Twitter?… ábretelo si no», y sin tener idea de qué era eso de twitter…. fui a la url correspondiente y me cree la cuenta (Que como anédcota siempre cuento que cuando me hice mi perfil @ramonramon, nunca me dio por probar si @ramon estaba libre, y a los años descubrí que estuvo libre mucho tiempo más). Hace unas semanas, tuve el privilegio de juntarme de nuevo con Juantomás, del que siempre aprendo y lo que más insistió fue de ChatGPT y como está revolucionando todo, incluso la programación. Y una vez más, acierta, es una tecnología que está revolucionando la forma de hacer tareas y cosas, y que, ahora que llegue GPT 4 será aún más disruptivo.
La IA está revolucionando la comunicación política, su capacidad para interactuar con el público y generar contenido automatizado es esencial para cualquier político que desee tener éxito en el mundo digital de hoy en día. Además, su capacidad para proporcionar informes y estadísticas en tiempo real es una ventaja invaluable para cualquier equipo de comunicación. Es una herramienta que todo político debería considerar aprovechar.